El Empordà, un entorno único
El Empordà es una zona de Cataluña justo al sur de los Pirineos más orientales, que descienden sobre una costa que, en su camino hacia el sur, dibuja amplias playas y diminutas calas, conocidas como la Costa Brava. Los que vivimos aquí, y los que vienen a pasar días, semanas o meses, creemos que es uno de los parajes más paradisíacos del Mediterráneo. Quizás sea porque los vientos que soplan—ya sea la poderosa tramontana que llega desde las montañas o el plácido garbí que nace junto al mar—arrastran olas sobre rocas y playas, transformando el paisaje a cada momento y convirtiéndolo en un panorama fascinante.
El Empordà es ahora un destino turístico, tal vez de proporciones desorbitadas, que está en la lista de «imperdibles» de todas las guías de viaje. Sin embargo, si lo observamos con atención, descubriremos que aún conserva intacta la luz propia que nos muestra la belleza más profunda de este rincón maravilloso del mundo.

Para quien desee encontrar la autenticidad que ninguna multitud exaltada podrá borrar, basta con acudir a la Biblioteca Municipal de cualquiera de sus pueblos y buscar las obras de tantos escritores, tanto locales como foráneos, que han dedicado sus mejores páginas a esta tierra. Entre ellos destacan Josep Pla, Xavier Moret, Antoni Puivert o Joan Maragall. También es posible sumergirse en las imágenes de fotógrafos como Català Roca o Xavier Miserachs, por mencionar solo aquellos cuyo trabajo está al alcance de todos.
El Museo de la Confitura de Torrent quedó fascinado por la belleza agreste de esta región, y quizás por eso se dice que las confituras que allí se elaboran tienen la intención de transmitir la sensación que nos embarga cuando estamos en el Empordà. Es como si estuviéramos en un oasis donde es posible imaginar un mundo mejor: no solo justo y hermoso, sino también más dulce. No dejéis de venir y comprobar si las confituras ayudan a encontrar ese camino...

